Me he pasado cincuenta años de mi vida de radioaficionado sufriendo para soldar la malla a de los cables coaxiales en los conectores PL-259, llamados también, incomprensiblemente para mí, conectores UHF, porque precisamente no son adecuados para esta banda de frecuencias más elevadas, aunque para 144 MHz aún funcionan decentemente.
Estos conectores no se recomiendan para UHF ni frecuencias superiores, porque su impedancia característica a estas frecuencias deja mucho que desear (aumentan la ROE), y cada conector de este tipo que intercalas aumenta la potencia reflejada en un porcentaje que se podría estimar en algo así como un 2-3% por conector, si no es incluso mucho más, en esta banda de UHF.
Sodaduras falsas
He perdido mucho tiempo intentando averigüar por qué sucedían cosas extrañas en mi estación, antes de llegar a descubrir finalmente que tan solo me fallaba alguna soldadura (fría) de la malla en algún conector PL, soldadura que yo creía perfecta, y lo que realmente sucedía era un problema en la masa del conector que fallaba miserablemente en algún latiguillo de la estación.
Para descubrir una soldadura falsa, primero hay que tener fuertes sospechas de que falla algúna masa, por las extrañas variaciones que experimentas en transmisión y recepción de un día para otro; luego, si tienes fundadas sospechas de que no puede haber otra causa, hay que empezar a mover cables y conectores de uno en uno y, con mucha suerte, descubrir que uno de ellos en concreto, al moverse, produce un cambio singnificativo en la recepción o en la transmisión. Bingo.
Conectores N
Tambien tardé muchos años en descubrir los conectores N, puesto que tampoco hace tanto tiempo que pretendo trabajar satélites y no había pasado de operar más allá de la banda de 144 MHz, en la que, para la operativa que yo hacía, los PLs eran suficientemente adecuados y más baratos. Nunca soy de los que buscan exprimir hasta la última décima de decibelio, porque siempre he considerado que no sale a cuenta el esfuerzo, excepto en EME.
Me encantó descubrir que, en los conectores N, no había que soldar la malla y que simplemente esa malla debía quedar bien aprisionada en el interior del conector. Que si se roscaba a fondo el culo y la malla estaba colocaba correctamente, lo único que había que soldar era el cable central del coaxial al picho central (algo no demasiado fácil). He comprobado muchas veces que, si se aprieta bien a fondo la rosca posterior, el conector N resiste muy bien los tirones normales y puedes estar bastante seguro de que el contacto malla-conector será bueno durante muchos años.
Pero mi favorito es el RG-58
He utilizado latiguillos de RG-213 algunas veces y siempre me he arrepentido de usarlos por la rigidez que proporcionan a la colocación de accesorios, tales como acopladores, filtros pasabajos, medidores de ROE, etcétera. Al ser estos accesorios de poco peso, no hay manera de que se mantengan en su sitio por culpa de la rigidez del cable RG-213.
Al final, pensando bien en si es realmente imprescindible utilizar un cable RG-213 para latiguillos, he llegado a la conclusión de que en general no vale la pena usarlos, siempre que lo permita la potencia utilizada (los RG-58 aguantan hasta 700 W). Así que he decidido que es más cómodo utilizar latiguilos de RG-58 para todo, porque me he hartado de pelearme con la rigidez de los RG-8 y RG-213.
Los latiguillos de RG-58 son muchísimo más cómodos, no tiran de los equipos y cumplen su misión estupendamente bien, con unas pérdidas ínfimas, por lo que no sale a cuenta intentar disminuirlas en ningún caso (excepto para trabajar en EME, que no es lo mío). Incluso en recepción y tramos cortos, utilizo RG-174 siempre que puedo, aunque solo entre transverters y el equipo de HF.
La soldadura de malla clásica
En los Handbooks (de la ARRL y en muchos otros libros y consejos) aparece siempre las ilustraciones de cómo soldar la malla de los conectores RG-58 (diámetro 5 mm) y de los RG-8 y RG-213 (diámetro 10 mm) una vez introducida dentro del conector. A mí nunca se me han dado bien estas soldaduras, probablemente por disponer de soldadores de escas potencia, que no alcanzaban nunca la temperatura suficiente. Siempre he sufrido terriblemente y medio fracasado en mis soldaduras, siquiendo las instrucciones de muchos libros de radio, semejantes a las figuras 1 y 2, obtenidas del The ARRL Antenna Handbook, quienes confío en que no pondrán objecciones a esta reproducción, mencionando la procedencia.
Figura1: Soldadura de la malla del RG-213 | Figura 2: Soldadura de la malla del RG-58 |
También hasta se funde el dieléctrico
Y con este sistema de soldarlo todo tan recomendado por nuestros ancestros, no solo se producen problemas de soldadura que fallan con el tiempo y que te vuelven loco hasta que las descubres, sino que tambien puedes llegar a cargarte el dieléctrico de polietileno, que es muy blandengue.
Con el soldador bien caliente, el revestimiento central se ablanda de tal manera, que llegas a poner en peligro el dieléctrio, que puede fundirse y escurrirse, de modo que te deje el conductor central al descubierto, con la posibilidad de que se produzca algún cortocircuito interno. Afortunadamente, esto es fácil de detectar con el tester, pero ya es imposible de solucionar sin cargarse el conector soldado. Y a cortar el cable con el conector estropeado para a soldar un nuevo conector al cable cortado, pues el anterior ya no sirve para nada.
PLs modernos roscados
Y ahora que por fin me he buscado soldadores más potentes, he descubierto que en las tiendas de componentes electrónicos me venden conectores PL-259 más modernos, en los que la malla se enrosca al culo del conector y no hace falta soldarla. Incluso he comprobado que disponen de dos modelos diferentes: el largo y el corto (figuras 3 y 4).
Figura 3: Conector PL largo roscado | Figura 4: Conector PL corto roscado |
En todos ellos cuesta un poco conseguir, ahora con la malla vuelta del revés hacia atrás sobre el revestimiento aislante externo del cable, que este penetre bien, junto con la malla, hacia el interior del culo del conector. Pero esta mayor dificultad es precisamente la que garantiza un buen contacto múltiple entre la malla y la rosca interior del cilindro que la sujeta. Este sistema es increíblemente cómodo, fácil y rápido de montar e instalar. A partir de ahora, siempre los compraré de este tipo, pero aún tengo un buen stock de los clásicos. ¿Y qué hago con ellos?
Los profesionales
Como buen profesional de instalaciones, Enric Fraile, EA3BTZ, siempre me ha asegurado que los profesonales nunca sueldan la malla de ninguno de los conectores, aunque, por supuesto, no utlizan conectores PL-259 nunca para nada, pero ya me indicó que incluso estos últimos también era posible montarlos sin soldar la malla y que había encontrado pistas y comentarios en Internet de otros muchos radioaficionados que afirman lo mismo, como por ejemplo los comentarios de K3DAV que aparecen en: http://www.k3dav.com/pl259tocoaxinstall.htm), ya escarmentado por las soldaduras falsas de la malla. Así que me decidí por fin a intentar seguir su método, pues aún no lo había probado nunca.
Otra buena recomendación de K3DAV es que jamás se te ocurra instalar conectores grimpados ni comprar latiguillos con conectores preinstalados (siempre grimpados), porque tarde o temprano, siempre fallan, se aflojan y te volverás loco hasta descubrirlo.
Un buen descubrimiento
Al intentar confirmar este montaje, es decir, si se podían montar los PLs clásicos sin tener que soldar la malla, descubrí que no solo era mucho más fácil de realizar que la soldadura de la malla, sino que, a la larga, era mucho más fiable. Al roscar la malla, se consigue un contacto múltiple conector-malla mucho más seguro. Me hago cruces por haber tardado cincuenta años en descubrirlo. Suerte que que nunca es tarde para aprender algo nuevo, pues me hubiera ahorrado infinitos problemas.
El montaje recomendado para cable RG-58
Aquí tenéis un conector PL-259 (Figura 5) clásico estándar, de los que tengo en cantidad por ahí en los cajones de recambios, a los que he simplemente he comprado nuevos adaptadores posteriores adecuados al diámetro de un RG-58 y me he llevado la sorpresa de que ahora los adaptadores ya los venden biselados, para que no tengas ningún problemas en roscar cable y malla juntos.
Esto se observa perfectamente bien en el adaptador para RG-58 en la parte inferior derecha de la figura 5, el cual, aunque tiene el mismo diámetro interior de 5 mm, pero se distingue bien que tiene la boca biselada para facilitar esta introducción de la malla previamente doblada hacia atrás, como se muestra en los pasos siguientes que se describen en la figura 6. El adaptador de la izquierda de los dos, es el adaptador clásico más antiguo y recto, mientras que el de la derecha es el nuevo biselado.
Figura 5: PL-259 clásico con carcasa y adaptadores para RG-58 |
No es fácil introducir la malla doblada hacia atrás en el adaptador antiguo (el de la izquierda de los dos que aparecen en la figura 5), pero se puede conseguir también ampleando un poco más de fuerza o utilizando alicates y girando el cable con fe. Os aseguro que el contacto que conseguiréis con la malla es tan bueno como la mejor soldadura, supuestamente correcta.
Figura 6: Montaje de la malla roscada en el conector PL-259 |
Por spuesto, aunque no lo digamos ni mencionemos específicamente, doy por supuesto que soldarás el conductor central del coaxial a la punta del conector y limarás luego convenientemente el estaño sobrante para que entre bien en el centro de los zócalos SO-239 que le corresponden.
El montaje recomendado para RG-8 o RG-213
Este método se aplica exactamente igual a los cables RG-213 y RG-8 de 10 mm de diámetro, siempre que el cable cumpla las especificaciones. El procedimiento de montaje lo podéis seguir en la figura 7, aunque cuesta bastante roscar el conector encima de la malla girada sobre el aislamiento del cable. No es fácil y hay que sujetar con alicates (tipo mordaza) tanto el conector como el cable, pero vale la pena, pues eso garantiza un buen contacto alrededor de 360º. No hace falta dejar más que una longitud de malla de unos 3-5 mm.
Figura 7: Montaje de la malla roscada en el cable RG-213 |
En una de mis últimas compras de cable coaxial en una tienda del ramo, me he llevado la sorpresa de que me han vendido un supuesto cable RG-213 que tenía un diámetro externo de 11 mm, lo cual impedía su montaje totalmente en cualquier conector estándar. Y no solamente en los PL-259, sino también en los N y me supongo que en toda la parentela de conectores afines. No entiendo que vendan un cable del que dicen que cumple el estándar y le impriman especificaciones el MIL “no-se-cuantos” si el diámetro es 1 mm mayor que el estándar oficial y no entra en ninguno de los conectores.
¡No te olvides de la carcasa acopladora!
Por cierto, os recuerdo que, aunque en la mayoría de ilustraciones he prescindido de la carcasa roscada acopladora que rosca finalmente en el conector a la hembra respectiva, eso es para que se vea mejor el montaje interior, pero la carcasa es imprescindible colocarla en el cable antes de empezar, así que no te olvides de insertarla antes de soldar el vivo, pues si te te la descuidas, tendrás que volver a empezar. No será la primera vez ni la última que yo me olvido de ponerla antes de soldar la punta del conductor central.
Este montaje tiene la gran ventaja de que basta con desenroscar el cable (bien sujeto en un tornillo de banco para no quemarse), mientras se calienta la punta central ya soldada, hasta conseguir retirar desenroscando todo el cable del conector. De ese modo, podrás volver a soldar la punta nuevamente de este mismo conector, pero esta vez con la carcasa ya previamente insertada.
Basta soplar fuerte dentro de la punta del conector con la punta del soldador insertada, para expulsar todo el estaño y dejar el tubillo del centro bien despejado. Y ya tenemos el conector listo para volverlo a montar y soldar con el mismo cable, aunque esta vez con la carcasa insertada previamente en el cable.
Soldar o no soldar, esta es la cuestión
Pues ahora ya tenéis suficientes elementos de juicio para elegir vuestro propio sistema. Si te pones a soldar conectores en el terrado o en un tejado o subido a una torreta, lo más probable es que consigas unas horrorosas soldaduras frías que tarde o temprano algún día fallarán.
En cambio, si enroscas la malla en los conectores, en mi opinión, lo más seguro es que conseguiras un contacto con el conector mucho más fiable y duradero. Tú eliges.
Yo ya lo muy tengo muy clarito y no pienso volver a soldar una malla nunca más en mi vida.
73 Luis EA3OG